Las oraciones de una madre por un hijo, en realidad son fervorosas, pero cuando un hombre se casa, deja a su padre y a su madre y se vuelve uno con su mujer (Mateo 19:5).
Las oraciones de una madre por un
hijo, en realidad son fervorosas, pero cuando un hombre se casa, deja a su padre y a su madre
y se vuelve uno con su mujer (Mateo 19:5).
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