jueves, 30 de noviembre de 2017
no temas
Hay muchas cosas en este mundo a las que temer, solo un necio diría lo contrario. Pero cuando el temor nos domina, atormenta y controla nuestras vidas, nos hemos convertido en cautivos de él. Los hombres, a menudo, son susceptibles a esto porque sin ellos ni siquiera darse cuenta, son atacados por “qué ocurriría si” ¿Qué ocurriría si no puedo ganar suficiente dinero, si algo le sucede a mi esposa e hijos, si contraigo una enfermedad terrible, si mi negocio fracasa, si no puedo ser un buen padre, si me quedo lisiado y no puedo trabajar para sostener a mi familia; si soy vencido o amenazado; si no puedo funcionar sexualmente, si nadie me respeta; si me veo involucrado en un accidente, si muero?” El temor puede controlar a un hombre (Salmo 48:6) y causar que su vida se pierda (Salmo 78:33). Si él es “dominador por un gran temor” (Lucas 8:37) esto lo puede mantener alejado de todo lo que Dios tiene para él.
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