
Así mismo el esposo debe amar a su esposa como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa como a su propio cuerpo. El que ama a su esposa se ama a sí mismo, pues nadie ha odiado jamás a su propio cuerpo: al contrario, lo alimento, y lo cuida, así como Cristo hace con la iglesia. Efesios 5: 28-29
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